okupando espacios

con el eterno movimiento

30 jun 2008

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28 jun 2008

¿POR QUE CORRER?

¿POR QUÉ CORRER?
CORRER ES UN SIGNO DE RESISTENCIA
EL DESEO DE ESCAPAR ES INSTINTIVO

A veces entramos en el juego sabiendo que hay riesgos, es algo atractivo que nos llama que nos lleva a querer más, nos lleva a imaginar que todo puede mejorar, pero en ese mismo instante las cosas pueden romperse hasta llegar a ser presa del más fuerte, se unen para hacer maldad, se juntan para conseguir lo que quieren de la manera más fácil. A veces uno se va con la idea del dinero: trabajando sin cesar perdiéndonos a nosotros mismos en la rutina diaria, en el desgaste, en la soledad. Tu que tanto luchas se lo pueden llevar todo en un instante, son como hienas que en ti no ven a una persona, sino simplemente que es lo que te pueden quitar, no les importa quien eres, ni de donde vienes, simplemente se quieran apoderar de ti, de tu alma, de todo lo que sirva, te van rompiendo poco a poquito, te van quitando la confianza de soñar, te van quitando la ilusión de creer que podemos construir algo juntos, esto es una lucha constante... Esta lucha sigue siendo no dejar de soñar que se puede construir un mundo mejor en el que nos veamos reflejados unos a otros, en el que se busque un impulso para avanzar, no el pie para tropezar.

¿donde estamos parados? ¿hacia donde miramos?

Busco un espacio para abrir todas esas sensaciones verdaderas de construir algo, quiero encontrar y mirar aquello que esta elaborado de otra manera, no se necesita dinero para ese tipo de construcciones, se necesita imaginación, un poco de esperanza, de sueños, de colores que refresquen un poco el alma. Creo que esta construcción no se logra sólo, es mejor la unión, hay que juntar fuerzas, creer los unos en los otros y seguir juntos construyendo esta libertad que nos permita llegar a donde nosotros queremos y si decir con lo que no estamos de acuerdo, no acallar voces mas bien lograr tener los oídos abiertos para escuchar, propuestas, caminos con luz.

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25 jun 2008

Bailamos en la cotidianeidad, suspendida por un momento, es un momento de comunicación, interacción y construcción, de resignificar nuestras relaciones cotidianas, cambiarlas por un instante, eternizar la creación bailando y jugando en esta urbanidad. Llevo en la mente mi resignificación, resignificar mis espacios, mis calles, mi metro, mi cuerpo, resignificar la vida misma.

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9 jun 2008

objetivos

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2 jun 2008

rompiendo instantes en el metro


Sin duda, el metro es un espacio urbano en el que se desarrollan diariamente un sin fin de historias y sucesos. Millones de seres humanos transitan diariamente los vagones, andenes, escaleras, taquillas, oficinas, y demás espacios que lo conforman.
Millones de miradas se entrecruzan, pasos van y vienen, personas que se dirigen al trabajo, a la escuela, a la fiesta, a visitar a algún familiar… en fin el metro transporta millones de circunstancias. Asimismo, el metro es un núcleo económico, una forma de vida de la Ciudad, la cual se entendería y viviría de otra forma si el metro no existiera.
El metro ha inspirado a artistas: canciones, poemas, escritos, gritos, demandas… en el metro las personas se han enamorado, se han peleado, se ha discutido, se ríe, se llora, se vive la urbanidad.
Asimismo, el metro también se ha sido escenario en el que se desarrolla la violencia, principalmente la que tiene que ver con el género, pues en el viajan diariamente millones de pasajeros en condiciones difíciles, pues el Sistema de Transporte Colectivo se enfrenta a graves problemáticas derivadas de la gran cantidad de pasajeros que diariamente utilizan el servicio. Esta situación ha derivado en una serie de actitudes violentas principalmente hacia las mujeres, que van desde el piropo hasta el llamado “arrimón” o insultos y golpes.
Sin embargo, la violencia que se vive en el metro no es exclusiva de las mujeres, pues los usuarios en general han sufrido agresiones o enfrentamientos violentos al interior de este transporte.
Tomando en cuenta este contexto y siendo el metro un símbolo de la ciudad, representa un espacio de confluencia y ruptura de la sociedad mexicana, en el que el arte puede fungir como un elemento detonador de transformación y creación cultural.
Por tal motivo, la intervención que se pretende realizar a través de danza okupa/rompiendo instantes en el metro se dirige a la intervención de espacios cotidianos con el fin de mostrar otra parte del ser humano, es decir, sacar de la dinámica de la vida cotidiana (que engloba la violencia) al espectador.

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